Dicen que el “factor sorpresa” en marketing sirve para emocionar, para que los hechos queden para siempre grabados en la memoria de los/as consumidores/as y que así las empresas puedan diferenciarse de la competencia. Al utilizar este recurso se busca fidelización y vinculación afectiva a una marca.

La Administración de la JCCM debe tener complejo de agencia publicitaria  y tras la irrupción de la COVID-19 en nuestras vidas, no para de generarnos emociones (una resolución por aquí, una instrucción por allá…). Pero algo está fallando, las empleadas y empleados públicos estamos lejos de identificarnos con la marca “la JCCM mola”.

Cualquier organización inteligente hubiese aprovechado la situación para reforzarse, para enriquecerse gracias al aprendizaje, contando con el apoyo de la totalidad de sus miembros; pero el Gobierno de Castilla-La Mancha nos demuestra día a día que es un gobierno soberbio, engreído y arrogante.

Para muestra un botón: “Instrucción 3/2020, de 4 de junio, sobre el disfrute de las vacaciones anuales en el año 2020”, firmada por el Director General de la Función Pública.

Como sorpresa es la leche (con perdón), pero desde luego se salta todos los ámbitos de negociación habidos y por haber y lo único que nos provoca es indignación.

No vamos a dejar de lado que una instrucción no puede cambiar una norma. Aquí se han “cepillado” una orden sobre horarios de trabajo y vacaciones, un convenio colectivo, el EBEP y seguro que mucha más normativa que la asesoría jurídica de STAS-CLM está estudiando.

¿Qué pretenden? ¿Qué esconden? ¿Qué razonamientos ocultos les han llevado a plantear esta instrucción sin convocar a la representación legal de los empleados y empleadas públicas?

Muchas familias estaban quebrándose las cabezas para ver cómo conciliar tras el cierre de centros educativos o qué hacer con sus mayores. Ahora añadimos un peso más a la cuerda floja.

Insistimos, las trabajadoras y trabajadores públicos no somos el enemigo, somos un pilar fundamental y nos están sometiendo a un estado de irritabilidad que está logrando superar el que se vivió por el 2012.

Aún están a tiempo, recapaciten, no nos obliguen a acudir a los tribunales una vez más.