El futuro de la Función Pública
El futuro de la Función Pública, no cabe en una mesa camilla.
“Si tomas la pastilla azul: el cuento termina, despiertas en tu cama y creerás lo que quieras creer. Si tomas la pastilla roja: permaneces en el país de las maravillas y te mostraré hasta donde llega la madriguera del conejo. Recuerda, lo que estoy ofreciendo es la verdad, nada más.” Morfeo: (The Matrix 1999)
Si habéis decidido seguir al conejo blanco, abrir bien los ojos y no perdáis detalle.
Luz y taquígrafos
A las 10 de la mañana del pasado martes, una representación de INTERSINDICAL-CLM (STAS y STE) acudimos a la reunión convocada por el Director General de la Función Pública, que nos recibió con un manifiesto mosqueo por haber hecho públicas las reuniones, de mesas camilla, que se estaban celebrado durante dos días en su despacho, de manera bilateral y a puerta cerrada con cada sindicato, “para poder hablar libremente”, según palabras del propio Director.
Menuda perra cogió el “bueno de Narváez”, necesitó más de 20 minutos para serenarse, tiempo en el que nos soltó todos los improperios y topicazos que se le vinieron a la cabeza: que si éramos unos “paranoicos” por pensar que las mesas camilla sirven para trapichear (como si nunca se hubieran hecho), que si “no tenemos ninguna voluntad de llegar a acuerdos con este gobierno” (a espalda de los trabajadores), que si “nada nos viene bien” (nunca positivo, siempre negativo), incluso se atrevió a decirnos que “la próxima vez no nos va a llamar”, y ahí ya le tuvimos que parar, “como se te ocurra intentar dejarnos fuera de la negociación, verás qué risa”. Una pataleta, la del Director, que no deja de ser una muestra de impotencia, porque sabe perfectamente que vamos a seguir actuando libremente, informando con luz y taquígrafos, y desmontando todas las trampas que veamos, le guste más o le guste menos al Director, al Consejero o al mismísimo President Page.
La transparencia y la honestidad no se negocian,
La varea
En fin, una vez dejado las cosas claras y ya con las aguas vueltas a su cauce, el Director tuvo la gentileza de explicarnos cual es la propuesta que está “dispuesto a asumir” el gobierno regional, después de las movilizaciones de noviembre y diciembre, y cuyas principales novedades son:
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Recuperación del 25 % de la paga extra cuando se aprueben los presupuestos, y dejar pendiente el otro 25 % según disponibilidad presupuestaria a final de año.
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Incremento del 1 % recogido en los Presupuestos General del Estado
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Recuperación días de vacaciones y permisos por antigüedad (canosos)
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Implantación de 4 días por incapacidad temporal (griposos)
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Recuperación del 3% en dos tramos: 1,5 % en 2017 y otro 1,5% en 2018.
Fruto todas ellas de las movilizaciones de noviembre y diciembre. Solo tenemos que recordar como ninguna aparecía concretada ni en el primer, ni el segundo borrador que nos presentaron en noviembre, ni voluntad que había por mucho que insistimos en las Mesas.
Las cuatro primeras medidas nos igualan con la Administración del Estado (estas cosas antes ni se negociaban, se aplicaban y listo), y la quinta, que es en la que Page puede y debe intervenir decididamente, lo va arañando hasta el final de la legislatura.
Un problema llamado 3 per cent
Cualificadas voces del gobierno y del PSOE han calificado el recorte salarial del 3% de robo injusto perpetrado por Cospedal y su gobierno, también han denunciado que las empleadas y empleados públicos de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha somos los más perjudicados por los recortes salariales entre todas las Administraciones. ¿Cómo es posible que ahora, esas mismas voces, defiendan posponer la reposición de lo robado hasta el año 2018? Es decir, defiendan seguir cometiendo el robo, mes a mes, durante un par de años más y que sigamos siendo, durante ese tiempo, las empleadas y los empleados públicos peor tratados de entre todas las Administraciones.
El anterior portavoz en las Cortes del PSOE, José Luís Martínez Guijarro, estuvo toda la legislatura pasada exigiendo a Cospedal su devolución inmediata, pero sin embargo al llegar al gobierno el ahora Vicepresidente de la Junta se pone a mercadear con el asunto. Es inaudito que un político se pueda permitir el lujo de defender una cosa en las Cortes cuando está en la oposición, y la contraria cuando llega al gobierno. Y si realmente viera imposible el cumplimiento de ese compromiso, y tuviera un mínimo de dignidad, la única salida que tendría el ahora Vicepresidente es convocar una rueda de prensa, pedir disculpas a todas las empleadas y empleados públicos de la Junta y presentar su dimisión. Y no pasa nada, “dimitir no es un nombre ruso”.
Pero por si no fuera poco, en plenas movilizaciones de diciembre las Cortes de CLM, la cámara donde reside la voluntad popular (recordemos), se pusieron de nuestro lado aprobando una Resolución con los votos del PP y Podemos en el que instaba al gobierno a la devolución del 3% en el 2016. Siendo la primera vez que las Cortes de CLM aprueban una resolución en materia de Función Pública con el voto en contra del partido del gobierno. En una democracia en la que la separación de poderes fuera un hecho y no un anhelo, el gobierno hubiera aceptado democráticamente la derrota y se hubiera puesto a trabajar inmediatamente para plasmar la propuesta en los presupuestos que se están elaborando, pero ¿Qué han hecho Page y sus muchachos? Pues, entre otras cosas, montar una mesa camilla para intentar dividir a la parte social, alcanzar un acuerdo a puerta cerrada y de espaldas a los trabajadores y trabajadoras, y así arrastrar a Podemos (que ya veremos si aguanta o no) en una gran coalición para impedir la «independència« de los poderes ejecutivo y legislativo en CLM.
No sé si os pasa, pero cada vez que ponen el vídeo de Pascual Maragall diciéndole a Artur Mas la mítica frase de “ustedes tienen un problema y se llama tres per cent”, se me viene una imagen de Page con una barretina en la cabeza, en la bancada de “Junts pel NO” (juas juas).
Nos birlan otra extra, pero esta vez a mordisquitos
Con respecto a la propuesta que nos hacen, nos gustaría que hicierais este cálculo con nosotros, para ver lo que supone aplicar la Tasa Cospedal durante la legislatura de Page:
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2015
3 % de 7 nóminas (desde que Page tomó posesión)
21 %
2016 3% de 14 nóminas
42%
2017 1,5 % de 14 nóminas
21 %
2018 1,5 % de 14 nóminas
21%
TOTAL
105 %
De esta manera se puede observar cómo el gobierno “del cambio” nos van a birlar el 105 % de una nómina por la aplicación durante su legislatura (con el PP hubiera sido un 168%). Podéis poner la nómina que queráis, pero si nos la quitaran de un golpe y no a mordisquitos, supondría más que una paga extra completa.
¿Cuánto dijeron que nos iban a devolver de la extra de 2012? El 50 % en dos tramos (eso está bien, no hay problema). Pues bien, como podéis observar no solo lo que entra por un lado sale por el otro, si no que al final del ciclo de esta propuesta nos sale un saldo negativo de – 55% de una nómina. Menuda recuperación, ¿eh?
Es la única Administración de toda España donde ocurre esto, y todavía quieren que les aplaudamos, y se enfadan si no lo hacemos ¡Son fantásticos!
El futuro de la Función Pública pasa por la creación de empleo público
Pero si algo se echa de menos en la propuesta de la Administración, sin duda es la falta de un Plan Estratégico para la recuperación del empleo público destruido por el gobierno de Cospedal, e igualmente de los servicios públicos que desmanteló.
La portavoz del grupo socialista en las Cortes de Castilla-La Mancha, el pasado 2 de diciembre, denunciaba en el Pleno que “En la legislatura pasada se destruyeron 24.000 empleados públicos, 7.000 profesores, maestros, profesores de apoyo, y más de 3.000 médicos enfermeros. La señora Cospedal fue la campeona de los despidos, mandando directamente a más de 20.000 empleados públicos al paro. Se destruyó más empleo público que el promedio de España.”
Tras esta denuncia con datos tan demoledores parece que lo que correspondería de manera inmediata es emprender un plan urgente de recuperación de ese empleo destruido y obviamente que fuese en el plazo más breve posible.
Pues la respuesta de la Administración es nada y es nunca. Así de incongruente, les sirven las cifras de pérdida de empleo público para criticar las políticas del anterior gobierno, pero no les sirven para establecer un plan de recuperación. Las mismas críticas que se vierten merecidamente al anterior gobierno caen, con más peso, sobre su sucesor si no inicia medidas para enmendar la situación y así recuperar el empleo destruido.
El gobierno del PSOE nos dice que no va a destruir más empleo, pero también nos dice que no va a recuperar el destruido. Sobre estas bases es imposible la construcción de una Función Pública suficiente y eficaz. El propio gobierno ha hablado de la necesidad de la “reconstrucción” de la Función Pública, pero el anuncio de 200 plazas en la Oferta de Empleo Público a repartir entre; acceso libre y promoción interna. Laborales y Funcionarios, y todas las categorías de cada uno de ellos. Lo cual es inaceptable, la única reconstrucción posible se consigue creando empleo, como poco, en la misma medida que el destruido, y cuando se ha destruido tanto, tanto se tiene que crear.
La propia recuperación de la jornada de 35 horas semanales y de los permisos suprimidos deberán suponer creación de empleo inmediato ya que, de no hacerlo así, realmente estas medidas supondrán bajar el paupérrimo nivel actual de los servicios que se prestan a la ciudadanía. Lo siguiente ya sabemos: empeoran las condiciones de trabajo, empeoran las condiciones de los usuarios, sube nuestro desprestigio y … a privatizar y a externalizar (que no es lo mismo, pero es igual).
El pescado vendido.
Nos encontramos con un gobierno que pretende vivir su mandato entre las ruinas de la Función Pública dejadas por el anterior, limitándose a mantenerlas y escaqueándose de sus responsabilidades y compromisos con las empleadas y empleados públicos y con la ciudadanía.
Este mismo gobierno pretende “vender” a los sindicatos, por separado y en secreto, la recuperación de derechos ya aplicada en otras Administraciones como gran logro que justificaría dejar la recuperación total del 3% para 2018, la renuncia a la creación de empleo en la medida que se necesita y a otras cuestiones como por ejemplo al fondo de acción social del que no se dice nada.
El panorama que se divisa podría provocar que las empleadas y empleados públicos castellano-manchegos nos encontrásemos de sopetón con el pescado vendido tras algún paripé de negociación de los que todavía no nos hemos recuperado.
También se podría dar la circunstancia de que las empleadas y empleados públicos castellano-manchegos nos plantásemos y dijésemos, alto y claro, que tenemos el derecho a recuperar de inmediato todo lo que se nos ha robado en estos años, que tenemos el derecho y lo tiene la ciudadanía a tener una Función Pública suficiente y de calidad, que vamos a participar en movilizaciones, que los viernes seguirán siendo negros, que Page no puede decir una cosa y hacer otra y que se lo recordaremos durante todo su mandato si hace falta.
Si pasase esto creemos que recuperaríamos nuestros derechos mucho antes y que podríamos hasta mejorar, de hecho, como ya hemos comentado, un primer rechazo sindical y las siguientes movilizaciones han logrado concretar lo que ahora ofrecen.
Para poder contar con la opinión y participación del mayor número de trabajadores y trabajadoras vamos a proponer que se convoquen asambleas unitarias en las que se informen de la situación y de la propuesta de la Administración y en las que el personal pueda manifestar su opinión y su voluntad o no de realizar otras acciones.
Animamos a todo el personal a participar en este debate y decisión. En nuestra mano está que nos encontremos con el pescado vendido o que le demos plantón a su pescado y lo consigamos de mejor calidad y a mejor precio.