🔥 IF PICO DEL LOBO (GU) | Que llueva, que llueva, que PAGE no se entera
Que llueva, que llueva, que Page no se entera.
La Consejera miente, Perlines se divierte.
Que sí, que no, que caiga el chaparrón, Ruiz Molina DIMISIÓN.
Este artículo fue redactado entre el 29 y el 30 de septiembre, cuando empezó a llover y a controlarse el incendio, pero decidimos no publicarlo hasta que fuera extinguido totalmente por respeto a los compañeros y compañeras que estaban luchando en primera línea. En este lapsus de tiempo, el gobierno nos ha dejado un cierre glorioso que no os podéis perder.
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4 de septiembre: las campanas al vuelo.
“Algo se estará haciendo bien”, proclamaba solemnemente la Consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, el pasado 4 de septiembre en las Cortes regionales, al presentar el balance de la campaña de incendios donde se habían contabilizado 912 incendios y se habían quemado más de 3.400 hectáreas de masa forestal, la mitad de las hectáreas quemadas en comparación con las cifras del año pasado. Bien, ¿y qué ha dicho cuándo se han quemado más de 3.000 hectáreas en el incendio forestal declarado en el Pico del lobo, Peñalba de la Sierra, Guadalajara, afectando al corazón del Parque Natural de la Sierra Norte? Agárrate bien a la silla y no pierdas detalle.
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19 de septiembre: 0 hectáreas quemadas.
Cualquiera, con un mínimo de sentido común, está de acuerdo con la Consejera cuando dice que “los incendios se apagan en invierno” y que “la prevención es la verdadera clave del éxito en la lucha contra el fuego”. El problema viene cuando recortas el servicio de extinción de incendios forestales el día 19 de septiembre, 93 días antes de que empiece el invierno y 11 días antes de finalizar la época de peligro alto por incendios forestales. Un recorte que supone el despido del personal interino, un 32% de la plantilla de Bomberos Forestales, reduciendo el dispositivo de extinción un 70%, que se manda al monte a realizar tratamientos preventivos, para hacer dinerito para GEACAM.
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21 de septiembre: comienza el incendio.
El incendio se declara a las 08:13 y, en un primer momento, solo se movilizaron a las brigadas helitransportadas de Villares y Corduente, y al único retén terrestre que quedaba en toda la provincia, el de Cogolludo.
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22 de septiembre: 500 hectáreas quemadas.
Se declaraba el Nivel 1 en el incendio y comienzan a arreciar las críticas ante la gestión de la administración regional. Mientras tanto, los trabajadores de los retenes de El Vado y Montes Claros, a escasos kilómetros del incendio, miraban impotentes cómo se propagaban las llamas sin que fueran movilizados, incumpliendo el Convenio Colectivo de GEACAM que establece que, durante el periodo de prevención, en horario de 8:00 a 15:00, el personal está obligado a acudir a la extinción si se produce un incendio. Uno de estos trabajadores declara en prensa: “Nos encontrábamos realizando labores de prevención en el monte mientras se desarrollaba el incendio, sin que se nos diera la orden de intervenir, generando una enorme sensación de impotencia entre el personal y provocando que vecinos y vecinas se preguntasen por qué no se nos activaba”.
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24 de septiembre: 650 hectáreas quemadas.
El alcalde de Peñalba de la Sierra, pedanía de El Cardoso de la Sierra (Guadalajara), Rafael Heras, PSOE, se queja públicamente de la “tardanza” en la intervención de los servicios de extinción en el fuego, pese a que había medios cercanos, “a los que se les había puesto a realizar labores de prevención, mientras ardía el Pico del Lobo”, y la “impotencia” que sienten los escasos vecinos y ganaderos de la zona.
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25 de septiembre: 800 hectáreas quemadas.
Varios bomberos forestales de la BRIF, Brigada de Refuerzo en Incendios Forestales del Ministerio para la Transición Ecológica, de la base de Lubia, en Soria, tienen que ser retirados del incendio forestal tras sufrir una posible intoxicación por humo. Uno de estos profesionales tuvo que ser evacuado por un recurso sanitario movilizado en el Puesto de Mando Avanzado del Incendio (PMA).
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26 de septiembre: 1.800 hectáreas quemadas.
El Gobierno de Castilla-La Mancha eleva a situación operativa nivel 2 el incendio, lo que permite la activación de la Unidad Militar de Emergencias (UME) sobre el terreno. Las dos localidades, Peñalba de la Sierra y Cabida, fueron evacuadas preventivamente.
En rueda de prensa, la Consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, declara en tono desafiante: “¿En los incendios forestales quién tiene que estar? ¿Un consejero o los técnicos de extinción y los bomberos y bomberas forestales? ¿Quiénes son los que apagan los incendios? Esa es mi pregunta. Creo que es importante tener en cuenta que, en ningún momento, en ningún incendio de C-LM, no han faltado medios y, como hemos visto, se han apagado en tiempo y forma. Por lo tanto, no creo que haya ninguna queja. Para mí lo importante no es el debate político de los incendios, sino que los incendios sean apagados en tiempo y forma”. Para arreglarlo, García-Page, en su estilo cernicŭlum criba, declara desde el Palacio de Fuensalida que es “casi más un incendio de piedras que de arbolado”.
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27 de septiembre: 2.400 hectáreas quemadas.
Mercedes Gómez arremete contra las críticas de ecologistas, sindicatos y la Asociación de Agentes medioambientales APAM en una rueda de prensa a pie de incendio: “este fuego no puede abordarse con medios terrestres, los aéreos se han mantenido activos y lo seguirán estando hasta finales de octubre e incluso diciembre, si es necesario. Las acusaciones de los colectivos críticos carecen de fundamento. Estos señores no tienen ni idea de cómo se apaga un incendio de alta montaña ni de cómo funciona un operativo como el Infocam. Flaco favor hacen a los trabajadores que están arriesgando su vida con declaraciones que no hacen justicia a su labor”.
Con más de 200 efectivos desplegados sobre el terreno contradiciendo las declaraciones de la Consejera, al Viceconsejero de Medio Ambiente, Pepe Almodóvar, le pinchan en directo en las noticias RTVE y en un tono titubeante declara: “Estamos moderadamente satisfechos porque se ha contenido la propagación. Estamos recogiendo los frutos de los días anteriores. Para mañana, se espera un día más benigno meteorológicamente, porque va a aumentar la humedad. Toca seguir trabajando mucho, queda trabajo por delante”. El tono denota tres cosas: la primera, y más evidente, es que Almodóvar no es un discípulo de la escuela neo-ática de retórica romana, la segunda es que miente como un gurriato (el incendio no estaba ni contenido ni controlado), y la tercera es que no está nada satisfecho. Es probable, incluso, que no esté de acuerdo con la estrategia seguida por el Gobierno del que forma parte.
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29 de septiembre: 3.000 hectáreas quemadas.
Comienza a llover y el Gobierno cree que la lluvia puede permitir “el control” del incendio. La Consejera portavoz Esther Padilla, quiso ser prudente, pero reconoce que en las últimas horas la lluvia ha ayudado y no se descarta que eso permita “el control” del incendio. Sin embargo, Pepe Almodóvar matiza a la Consejera portavoz y afirma, esta vez sí, que por el momento el fuego “no está estabilizado ni controlado, es muy pronto para eso todavía”.
El presidente de la Asociación ecologista DALMA de Guadalajara, Vicente Antonio Peinado, declara: “Los incendios se apagan cuando son pequeños, no cuando ya se han descontrolado. Para eso es imprescindible un dispositivo de extinción preparado, coordinado y capaz de actuar con rapidez. Recortar medios equivale a llegar tarde. Y llegar tarde es sinónimo de desastre. Esto es precisamente lo que ha ocurrido con el incendio del Pico del Lobo, originado por un rayo. Un incendio que, con una respuesta rápida, podría haberse controlado en sus primeras fases. Pero la realidad ha sido otra: una gestión negligente ha convertido un fuego incipiente en una catástrofe ambiental«.
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1 de octubre: Controlado el incendio.
El incendio forestal del Pico del lobo se da por controlado, según informa el Plan Infocam, que ya se encontraba en situación operativa de nivel 0.
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13 de octubre: Extinguido el incendio.
Tras 22 días de trabajo, se da por extinguido el incendio forestal. Durante las labores de extinción han participado un total de 194 medios, 57 de ellos aéreos, y 947 efectivos. Muy recomendable leer nuevamente las declaraciones de la Consejera el 27 de septiembre, cuando dijo que el incendio no podía ser abordado con medios terrestres.
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18 de octubre: la factura.
El Gobierno de Castilla-La Mancha anuncia que va a destinar más de 1 millón de euros a actuaciones de recuperación en la zona afectada con el objetivo de paliar las consecuencias del fuego. La delegada de la Junta en Guadalajara, Rosa María García, declara: «El presidente Emiliano García-Page demuestra con hechos la atención especial con la que este Gobierno mira a la Sierra Norte«.
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2020-2025: veinte años de recortes y desmantelamiento del Infocam.
El incendio de Pico del Lobo vuelve a poner en evidencia el progresivo debilitamiento del operativo contra incendios forestales en Castilla-La Mancha. Tras las mejoras acometidas después del incendio de 2005, el dispositivo Infocam parece haber vivido demasiado tiempo “de las rentas” de aquel impulso inicial. Hoy, el operativo sufre una pérdida constante de efectivos —especialmente en retenes terrestres y en el sistema de vigilancia profesional, quizás, en la creencia de que puede ser sustituido por avisos de particulares al 112—. Mientras se confía excesivamente en los medios aéreos, se descuida el refuerzo y la formación de los equipos de tierra, que son los que verdaderamente rematan los incendios. A esto se suma una campaña de extinción acortada y descoordinada, que no se adapta a unas condiciones meteorológicas cada vez más extremas ni mantiene a los medios listos cuando el riesgo sigue siendo alto.
A esto se une una estructura interna cada vez más desequilibrada, con una pirámide invertida en la empresa pública GEACAM y un aumento de cargos directivos de discutible mérito profesional, como el delegado de Geacam en Guadalajara, Alfredo Barra, ilustre miembro del PSOE en Molina de Aragón. La ausencia de previsión y de decisiones basadas en criterios técnicos —como la no prolongación del periodo de extinción o la retirada prematura de medios terrestres— cuestiona la gestión política y la atención al interés general. Mientras tanto, bomberas/os forestales, técnicas/os y agentes medioambientales siguen infravaloradas/os, luchando contra la desmotivación, y mal pagadas/os, pese a ser pieza clave del operativo.
Y, por último, unas preguntas: ¿qué lecciones va a extraer el Gobierno de lo sucedido? ¿qué prevé la JCCM para que esto no vuelva a pasar? Y unas demandas: ¿nadie va a dimitir ni van a cambiar las personas responsables de esta actuación en la Consejería con competencias en incendios forestales? ¿nadie va a apuntar a la responsabilidad de la política de recortes de Ruiz Molina en todo esto? ¿Dimitir vuelve a ser un nombre ruso, como en la época de Cospedal?
VIVA LA CARETA A LA BRASA
Y LA FUNCIÓN PÚBLICA
S T A S
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