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NO ES UN PACTO, ES UN PROGRAMA ELECTORAL QUE IGNORA LA RECUPERACIÓN SOCIAL

El «Pacto por la recuperación económica de Castilla-La Mancha», firmado por el bisindicalismo y la patronal con el gobierno de Page, parte del abandono del objetivo de la recuperación social que se incluía en la Declaración Institucional que firmaron el pasado 6 de octubre. En dicha Declaración se afirmaba que el objeto de la misma era «definir las estrategias y actuaciones a desarrollar para conseguir la recuperación social y económica de CLM»; ahora abandonan la recuperación social, se olvidan de las personas, y firman un documento que por sus características y contenido puede calificarse de programa electoral (de los que saben que no van a cumplir), de programa electoral difuso, vago, sin concreciones, sin temporalización, al margen de la finalización del mismo, que sobrepasa la legislatura actual.

El pacto ignora la recuperación social y deja los servicios públicos en la misma precaria situación que los dejó el gobierno de Cospedal, manteniendo sus recortes en educación, sanidad, servicios sociales…, sin ni siquiera comprometerse a un calendario de recuperación.

Son algo más de 400 medidas que «se circunscriben a la generación de un entorno más favorable para la consolidación de nuestro tejido empresarial». Y las encuadran en siete ejes, con medidas que consisten en el compromiso, de ahí nuestro calificativo de «programa electoral», de realización de actuación futuras sin temporalizar, con una memoria económica general a cada uno de los ejes, y no a las medidas concretas, que promete, como buen programa electoral que se precie, una inversión de 3.430 millones de euros.

El primer eje, la promoción económica y empresarial, plantea, en primer lugar, dar «incentivos fiscales como medida de incentivo de la actividad económica», lo que significa reducir impuestos a los empresarios, lo que genera menos ingresos para el erario público. Plantea también la necesidad de una estrategia que permita una economía más competitiva y un crecimiento económico sostenible, con medidas que van desde la incentivación empresarial a la tan prometida simplificación administrativa, pasando por la promoción de suelo industrial, suelo más que abundante en todos los pueblos y ciudades de la región, a la internacionalización, la captación de inversores y la financiación de proyecto estratégicos e innovadores, potenciando el turismo como sector económico prioritario. Las medidas que proponen desarrollar, la mayoría, consisten en poner en marcha instrumentos que la propia administración tiene para favorecer las iniciativas empresariales.

El discurso contenido en el acuerdo sobre Empleo, segundo eje, vuelve a repetir los objetivos difusos que llevamos años oyendo, a este gobierno y a los anteriores. Faltando lo esencial, la propuesta de derogación de las dos últimas reformas laborales para que las trabajadoras y trabajadores no sean de usar y tirar, para acabar con la precariedad y la explotación soterrada que se da cuando se firman contratos por horas y se trabajan jornadas interminables, trabajo que no cotiza ni como antigüedad para el trabajador ni para la seguridad social.

El tercer eje trata sobre la Formación Profesional, con un discurso más que manido sobre su potenciación para logran más empleabilidad y competitividad en las empresas. Apostando claramente por la FP dual, con «prácticas no laborales», sin sueldo pese a que los jóvenes titulados trabajen.

La Investigación, desarrollo e Innovación que pretende desarrollar en el cuarto eje, se queda en una mera declaración de intenciones, partiendo de la constatación de que estamos por debajo de la media nacional, junto a ideas para que se desarrollen en la Universidad y en la investigación sanitaria, agraria, medio ambiental…

El eje cinco vuelve a poner sobre la mesa la promesa de la necesidad de la industrialización de CLM, con calidad y seguridad, y apostando por las energías limpias y renovables y por el autoconsumo. Pero las medidas propuestas son, como ya han sido, declaraciones de intenciones y buenas palabras que vienen repitiéndose, la mayoría, desde 1992, cuando firmaron el Pacto Industrial de Castilla-La Mancha.

Las infraestructuras y el agua son tratadas en el eje seis, marcando unas líneas de actuación que no aportan novedades sobre lo existente, no se compromete en aspectos concretos como carreteras y transporte, y urbanismo y planificación. En el tema del agua falta una defensa clara del agua para consumo y regadíos, así como sobre la necesidad de mantenimiento del caudal ecológico en los ríos; cabe destacar, como uno de los pocos aspectos concretos, la oposición al recrecimiento del pantano de Camarilas. En vivienda, vuelven a defraudar con la propuesta de unas medidas que ignoran la cantidad de viviendas vacías que hay en la región y la cantidad de familias que no tienen casa; tampoco plantean regular la dación en pago, presionando a las entidades bancarias que operan en la región. Plantean un Plan Regional de Viviendas y apuestas por la rehabilitación, aunque las medias que especifican denotan una falta de concreción total.

La agricultura ocupa el séptimo eje, en el que proponen medidas para potenciar la agricultura sostenible y a los agricultores profesionales, dedicando propuestas específicas, aunque vagas y sin temporalizar, a los jóvenes agricultores, para potenciar el desarrollo rural. Faltan compromisos concretos, quedando todo en el aire

Dicen que en el acuerdo han trabajado 120 organizaciones de todo tipo, pero desde Intersindical queremos denunciar que no todas las organizaciones han sido consultadas, pues no lo han sido la mayoría de los sindicatos del Profesorado, como el STE-CLM, pese a que hay propuestas referidas a Formación Profesional y a Universidad, ni al STAS-CLM, pese a que en el desarrollo del acuerdo deben participar tanto funcionarios como personal laboral dependiente de las diferentes Consejerías.

Este pacto, la tercera firma que hace el gobierno de Page con el bipartidismo y la patronal, sigue la línea de pactos sin contenido, aunque con una gran parafernalia en su presentación y firma, mantenida por los gobiernos de Barreda y Bono, tanto les gusta aparecer en fotos con el gobierno de turno a los jefes de UGT, CCOO y CEOE-CEPYME, que hasta la De Cospedal consiguió una foto con los llamados «agentes sociales».

Este acuerdo impulsado por el gobierno viene a desmentir las declaraciones realizadas por el ahora presidente en el sentido de que iba a recuperar la educación, la sanidad, los servicios sociales…, de que iba a rescatar a los pobres, a solucionar el problema de la vivienda… Y ahora, con este acuerdo vemos que todo era mentira.

Desde la Intersindical de CLM manifestamos nuestro rechazo a este tipo de acuerdos vacios que sólo consiguen engañar a la ciudadanía y desmovilizar a las trabajadoras y trabajadores. Consideramos también que no hay recuperación económica sino hay recuperación social y esta pasa por conseguir la recuperación social y económica de nuestra región, pasa por la reversión de los recortes del anterior gobierno.

Secretariado de la Intersindical de Castilla-La Mancha

26 de septiembre de 2016