29 MARZO, HUELGA GENERAL
La Reforma Laboral impuesta por el gobierno del PP supone el ataque más brutal contra los derechos de la clase trabajadora en toda la etapa democrática:
– Se facilita y abarata el despido. Se convierte en procedente cualquier despido tras una disminución de ingresos o ventas y se reducen un 42 % las indemnizaciones en el caso del despido improcedente.
– Se facilita la movilidad funcional y geográfica, la modificación de la jornada, el horario y la reducción unilateral del salario.
– Se establece un nuevo contrato laboral indefinido con despido gratuito durante el primer año, lo que hará innecesaria la contratación temporal.
– Se permite el descuelgue o incumplimiento de los Convenios Colectivos y la ultraactividad de los mismos.
– Se permite que las administraciones públicas puedan despedir al personal laboral fijo.
– Se amplía el negocio de las ETT’s permitiéndoles funcionar también como agencias privadas de colocación.
Con esta reforma, se han entregado los derechos laborales a los deseos de la patronal y supone la bajada generalizada de los salarios, bajo la amenaza del despido barato (o gratuito) y el aumento de la precariedad y la pobreza. Es tan profunda y regresiva que no existe posibilidad de mejora mediante la negociación, por eso pedimos su retirada total y absoluta.
Con el pretexto de la estabilidad presupuestaria, ya se aumentó la edad de jubilación y se redujeron las futuras pensiones, con una reforma a la que dieron su visto bueno CCOO y UGT, que ahora convocan la huelga. Y con el mismo pretexto se siguen recortando gastos sociales y se amenaza con profundizarlos, reduciendo prestaciones a la ciudadanía, disminuyendo plantillas en los organismos públicos que prestan estos servicios esenciales, limitando el número de personas con derecho a prestaciones, privatizando servicios… Y aún nos amenazan con el repago en sanidad y en otros servicios.
INTERSINDICAL de C-LM, ante esta oleada de agresiones, lleva tiempo convocando y apoyando movilizaciones, entendiendo que la resistencia es la única forma de frenar esta involución que pretende arrebatarnos los derechos conquistados con tanto esfuerzo y sacrificio. La Huelga General no es la única forma de lucha ni es nuestro objetivo último, pero, si lo que queremos es cambiar la orientación de las políticas socialmente regresivas que se están imponiendo en toda Europa, tenemos que ver dicha huelga como una etapa más en la resistencia contra cualquier tipo de agresión. Sea cual sea el resultado de la huelga, no puede quedarse en un punto y final, ni servir como excusa para rendirse y no seguir defendiendo los derechos democráticos, laborales y sociales.