El pasado viernes 22 de enero nos íbamos a casa rumiando las declaraciones del Consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, afirmando que “Castilla-La Mancha tiene margen de maniobra asistencial en unas semanas complicadas por el incremento de casos COVID tras las Navidades” y destacando que, “actualmente hay 5.257 camas disponibles, de las cuales están ocupadas 1.502 por pacientes COVID. Asimismo, hay 462 camas de UCI disponibles, de las cuales 240 están ocupadas (190 por pacientes COVID y 50 por pacientes no COVID)”. Sin embargo, el sábado 23 nos desayunábamos con un desesperado grito de ALARMA desde el personal de la Residencia Pública de Mayores Virgen del Prado de Talavera de la Reina, al recibir la noticia de que el SESCAM va a derivar pacientes COVID a la Planta 5ª de la Residencia. A partir de ahí, el fin de semana ha sido una auténtica tormenta política y sindical.

Descoordinación total

La decisión se ha tomado sin consultar con la representación legal de los trabajadores y trabajadoras, ejecutada en pleno fin de semana, con premeditación y alevosía, sin reforzar el personal, en una Residencia donde todavía no han comenzado con las vacunaciones, mientras altos cargos del Gobierno Regional ya la han recibido, sin saber si se cuenta con medios de protección para que nuestras compañeras y compañeros puedan enfrentarse al virus. Por nota de prensa nos enteramos de que se ha establecido el protocolo del SESCAM estableciendo “zona limpia y zona sucia”, pero tras la conversación telefónica que mantuvo STAS-CLM con el Delegado Provincial de Bienestar Social a pocas horas de saltar la noticia, Chesco Armenta no contaba con los datos de cómo se iban a llevar a cabo estos traslados en relación al número de personal destinado a esa planta de la Residencia, si se les iba a realizar la PCR correspondiente, si iba a ser un grupo de trabajo fijo, etc. El Delegado dio la cara y se agradece, pero el desastre de gestión y de descoordinación entre las Consejerías era más que evidente.

Puertas abiertas

Según la nota de prensa de la Consejería de Sanidad, el objetivo de la medida es “habilitar una salida segura a pacientes que ya no requieren hospitalización y que están a expensas de pasar la cuarentena, pero no pueden llevarla a cabo en sus domicilios por condiciones precisas de habitabilidad.” Es decir, pacientes que tienen que pasar un periodo de aislamiento para evitar contagios y, al no poder ir a sus casas, los derivan al Hogar de las y los ancianos que no pueden tener contacto con sus familiares para evitar riesgos, pero que tendrán alojado al virus en la planta 5ª; sencillamente espeluznante.

 

Hospital y Hospitalito

Nadie duda de que hay que dar una alternativa a esos pacientes COVID, pero nos surgen varias dudas; ¿dónde está ese margen de maniobra que nos contaba el Consejero el viernes? Y, sobre todo, ¿no había otra alternativa? Le vamos a dar dos a vuela pluma: el nuevo Hospital de Toledo, nuevo y vacío, y el Hospitalito del Rey, reformado y vacío. Alguien podrá decir que eso no se puede hacer en dos días y es cierto, pero sí se puede hacer con previsión, que esta es la tercera ola y algo deberían haber aprendido.

 

Hogar dulce hogar

No hemos encontrado mejor manera de cerrar la nota que con las declaraciones de la Consejera de Bienestar Social el pasado 15 de diciembre en CMM:

“Siento el sufrimiento de las familias y residentes por las dificultades que están teniendo en las visitas, sin poderse tocar. La residencia es un sitio donde las personas van a pasar muchos años, o varios años de su vida, por tanto ese espíritu de hogar se tiene que mantener. Ahora bien, sabemos que las personas mayores pueden tener más patologías, por tanto tienen que tener ese apoyo socio sanitario. Pero no se va a perder, digamos, la esencia de lo que es una residencia, la vamos a mejorar en todos los sentidos; profesionales, infraestructura y modelo”.

 

Que cada cual saque sus conclusiones.

 

STAS-CLM
Gobierne quien gobierne.