Desde el 7 de abril asistimos atónitos a un espectáculo más digno de un patio de colegio que del parlamento regional, en el que el pequeño Emiliano se cree que la pelota es suya y no la comparte, Molina se la quiere pinchar para que no juegue nadie, mientras Cospedal revolotea a su alrededor esperando su oportunidad para volver a ser la jefa del patio e imponer el juego de las tijeras.

Hablemos claro, si Page y Molina no son capaces de llegar a un acuerdo para la aprobación de los presupuestos regionales 2017, que garantice el fin de los recortes, la recuperación de derechos de las empleadas y empleados públicos y de la ciudadanía y la reconstrucción y fortalecimiento del sector público, ¡les quitamos la pelota!, porque nuestro voto parece una pelota con la que juegan de forma imprudente e inconsciente. Juzgad vosotras y vosotros mismos.

LOS HECHOS:

El gobierno de García Page pacta un proyecto de presupuestos 2017 con Podemos en enero de este año. El consejero Ruiz Molina considera que se constituirá en la «principal herramienta para continuar con la recuperación económica y social iniciada con el presupuesto de 2016» y, además, da prioridad al gasto social e incluye «importantes incentivos para el crecimiento económico». Podemos, en palabras de su diputado David Llorente, valora que «no resuelven, ni mucho menos, las discrepancias que persisten entre Podemos y PSOE, ni agota nuestra iniciativa legislativa, pero sí hemos logrado garantías y avances en las necesidades prioritarias de la gente».

En el mes de febrero, el PP presenta, en las Cortes de Castilla-la Mancha, una enmienda a la totalidad del proyecto de ley de presupuestos, que es rechazada con los votos del PSOE y Podemos.

Casi todas las enmiendas parciales presentadas por Podemos, en el pleno de las Cortes del día 7 de abril, son rechazadas por el PSOE, a pesar de esto son admitidas cuatro con los votos a favor del PP. El PSOE logra que se aprueben cinco de sus enmiendas, en este caso con los votos de Podemos. Por su parte el PP ve como son rechazadas todas sus enmiendas con los votos del PSOE y Podemos.

Posteriormente se produce la votación sorpresa de rechazo del proyecto con los votos del PP y Podemos. Los presupuestos 2017 desaparecen.

LOS PERSONAJES:

El gobierno de García Page y el PSOE, desde el primer momento no han respetado los acuerdos firmados con Podemos y ha gobernado como si tuviese mayoría absoluta cuando no la tiene ni relativa. Defensor del modelo neoliberal, camufla, tras una supuesta defensa de lo Público, su destrucción por la falta de personal y recursos y por la utilización de forma generalizada de externalizaciones al tercer sector, fundaciones, etc. Page y su gobierno no son de fiar, por ejemplo, el mismo Page, que gobierna con Podemos, impidió a Pedro Sánchez intentar un gobierno similar e incluso colaboró activamente en su derrocamiento. También recordamos como el hoy vicepresidente del gobierno Martínez Guijarro defendía airadamente la recuperación de todos los derechos de las empleadas y empleados públicos con enmiendas a los presupuestos de Cospedal y cuando son sus presupuestos esto se esfuma. Para colmo, ahora Page parece liderar la asociación de víctimas de la ausencia de presupuestos, cuando quien tiene la responsabilidad de su elaboración y de conseguir su aprobación es él mismo, es como si, por ejemplo, el Banco de Santander pretendiese la solidaridad de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. ¿No es el colmo de la hipocresía?

El grupo parlamentario de Podemos, presidido por José García Molina, tampoco parece mucho de fiar. Después de llegar a un acuerdo con el PSOE, en el que se incluyen las propuestas del llamado Plan de Garantías de Podemos, después de incluir importantes enmiendas, como la apertura del Hospitalito, o la retirada del amianto, ambos casos en Toledo, pues después de estos importantes logros y de manera sorpresiva, lo tiran todo por tierra y votan, junto al PP, contra los presupuestos. En la propia elaboración de las enmiendas, el grupo parlamentario de Podemos ha mantenido una actuación incoherente, por ejemplo, cuando tenía una enmienda totalmente preparada con colaboración de los sindicatos de clase, que obligaba a la apertura del CADIG (centro de atención a personas con discapacidad intelectual grave) de Talavera de la Reina, “Las Moreras” con gestión directa y personal propio, José García Molina decide no presentarla, dejando la gestión de dicho centro en manos privadas. Por el contrario, sí presenta, como hemos dicho, la que posibilita, la apertura del Hospitalito de Toledo, aunque después, con su propio voto en contra, queda rechazada con el resto del proyecto.

El PP de María Dolores Cospedal, mientras, disfruta el momento y espera, al acecho, su oportunidad. La caída de los presupuestos regionales del 2017 provoca que se mantengan, casi intactos, los recortes de Cospedal, aunque, su aprobación, ciertamente, también hubiese mantenido algunos de ellos. Su clara intención de destruir lo público y abrir todas las puertas posibles a su gestión privada, encuentra en esta situación un gran empuje. En septiembre del año pasado, cuando PODEMOS denunció públicamente los incumplimientos del acuerdo de investidura, por parte de Page, Cospedal no dudó en ofrecer a Page su apoyo para gobernar, circunstancia que podría volverse a repetir explícita o implícitamente en la actualidad, por lo que podríamos sufrir un gobierno que, no solo no recupere nada de lo privatizado, sino que además genere nuevas externalizaciones y sea la causa principal de la agonía de lo público.

El Sector Público, es la víctima de toda esta trama. Están los que quieren que desaparezca ya (el PP), los que quieren que vaya despareciendo poco a poco (el PSOE) y los que no se sabe lo que quieren, pero, que de momento, no ayudan (PODEMOS). Una vez más, la defensa de lo público, queda en manos exclusivas de la ciudadanía y de sus propios empleados y empleadas. Durante el Gobierno de Cospedal esta defensa fue clave para evitar una mayor destrucción de lo público y fundamental para provocar la caída del gobierno en las últimas elecciones regionales. Que esto sirva de aviso a navegantes.

EL DESENLACE:

Obviamente puede haber muchos desenlaces, pero solo dos caminos, o se aprueban unos presupuestos que atiendan las necesidades de la gente y que sirvan de garantía para mantener un sector público cada vez más fuerte o, por el contrario, se aprueben unos presupuestos continuistas (PP-PSOE) o, incluso, que no se apruebe presupuesto alguno y se sigan haciendo políticas de externalizaciones y privatizaciones. Ante esta situación no nos queda otra que exigir al PSOE y PODEMOS que cumplan con la ciudadanía que les ha votado y negocien un nuevo proyecto que mantenga los avances existentes en los presupuestos desaparecidos y se introduzcan las mejoras que sean necesarias.

Esta exigencia debe ser atendida cuanto antes, la ciudadanía está vigilante y no va olvidar ni perdonar, que el PSOE y PODEMOS no sean capaces de llegar a un acuerdo a favor de la gente y de los servicios público, 100% públicos. Puede ser un desenlace que obligue a esfuerzos, pero hay que apearse del victimismo, la prepotencia y la desconfianza y asentar unas bases firmes que blinden los derechos de la ciudadanía a través de los servicios públicos.

La ciudadanía de Castilla-La Mancha y, en su primera línea, las empleadas y empleados públicos, no vamos a consentir que siga esta “bronca de recreo” poniendo en riesgo la recuperación de derechos y el propio Sector Público. Así que, ya sabéis, a trabajar para alcanzar un acuerdo en las enmiendas rechazadas y recomponer los presupuestos para el año 2017 con todos los compromisos adquiridos y ya acordados, añadiendo las cuestiones pendientes. Si no, ya sabéis, ¡OS QUITAMOS LA PELOTA!