Un sindicato denuncia el cierre y posible derribo del albergue de las Lagunas de Ruidera

23.04.10 – 01:04

Un sindicato autonómico asegura que los albergues de Entrepeñas y de las Lagunas de Ruidera (Alonso Quijano) están en peligro, y pueden perderse, con el consiguiente impacto negativo en el empleo.
El Sindicato de Trabajadores de Administración y Servicios de Castilla-La Mancha (STAS-CLM) recuerda que la dirección y gestión de estos centros corresponde al Instituto de la Juventud de Castilla-La Mancha, y que son instalaciones que durante años han ofrecido a los jóvenes de la región múltiples recursos naturales, culturales y también técnicos para el desarrollo de actividades educativas, recreativas, y deportivas variadas.
Indica que es necesario invertir en su mantenimiento o remodelación, «pero la Junta, argumentando la grave situación económica por la que estamos atravesando, ha optado por cerrar estas instalaciones».
Dos millones
Afirma el STAS-CLM que «el caso del albergue Alonso Quijano es especialmente grave, puesto que la necesidad de reforma existía ya en el año 2006, cuando no había crisis económica. Pero la Junta, en vez de invertir en mejoras que se necesitaban para ofrecer unas instalaciones de calidad, optó por comprar el Hotel La Colgada situado frente al Alonso Quijano y usar dicho hotel como albergue».
La compra del hotel, en 2006, costócerca de dos millones de euros.
Sigue el sindicato: «en el año 2003 la Junta en su ‘lucha’ porque las Lagunas de Ruidera fueran consideradas como dominio público hidráulico, había obtenido una sentencia favorable de la Audiencia Provincial de Ciudad Real. ¿Por qué se compra entonces en el año 2006 una instalación, que en base a esta sentencia, es a todas luces ilegal?. ¿es a esto a lo que el Gobierno Regional denomina ‘austeridad del gasto’?»
Añaden que «ahora la Junta, en el año 2010, dice que esta instalación debe ser derribada por estar muy cerca de la playa de la laguna, tras confirmar el Supremo la sentencia de la Audiencia de Ciudad Real».
Con el cierre de estos albergues, explica el sindicato, «muchos trabajadores van a ver modificadas sus condiciones de trabajo, en el mejor de los casos, porque otros muchos van a perder su puesto de trabajo».
Advierten que el cierre salpica también de forma indirecta a los pueblos aledaños que de alguna forma viven del turismo de la zona, con pérdida de empleos en estas comarcas.