¿QUÉ ADMINISTRACIÓN REGIONAL NECESITAMOS?

Para ser breves y haciendo hincapié en las carencias actuales, necesitamos una Administración Regional profesionalizada, con suficiente plantilla pública, sobre todo en los puestos de atención directa a la población, con medios también suficientes y que atienda con la máxima calidad las demandas sociales existentes. Constituyéndose en garantía de los derechos de la ciudadanía y elemento imprescindible de la igualdad y la justicia social.

¿QUÉ ADMINISTRACIÓN TENEMOS?

Tenemos una Administración Regional que aún no se ha recuperado de los recortes de Cospedal en los servicios prestados a la ciudadanía, en los derechos de su personal o en el empleo público, a pesar de la anterior legislatura con gobierno de Page.

Amenazada por las incesantes privatizaciones y externalizaciones, por las injerencias de las empresas públicas estilo GEACAM con mayor discrecionalidad en lo económico y en la contratación de personal, con la falta de inversión en los centros públicos, con la falta de personal que ni se contrata, ni se suple y con tantas carencias…, que lo peor que le podía venir es una estructura de altos cargos políticos excesiva en número y peso económico.

ESTRUCTURA DE LA JUNTA. UNOS COMEN MARISCO, OTROS COMEMOS PACIENCIA.

El colmo del desacierto y de la hipocresía es definir la Estructura de la Junta recientemente aprobada por el gobierno de Page como austera, como hizo Blanca Fernández, Consejera de Igualdad y portavoz del gobierno. Una Estructura que incrementa el número de consejerías, sin incrementar las competencias, en la que se reparten alegremente Viceconsejerías u órganos con ese rango (más de 20) y que no se priva de más de 40 Direcciones Generales y para rematar los 40 puestos de las Delegaciones Provinciales.

Esta estructura no solo carga de gastos a la Administración Regional, también define un tipo de Administración en la que la dirección es cada vez más política en detrimento de lo profesional y en la que el mayor mérito para el acceso es la fidelidad y lealtad ante quien nombra al alto cargo. El modelo de elegir entre los y las mejores profesionales a las personas más próximas políticamente para ocupar los altos cargos se ha pervertido para quedarse en elegir entre los y las afines políticos o personales al más afín.

MESA SECTORIAL DE LA FUNCIÓN PÚBLICA DE 25 DE JULIO DE 2019

La pesada estructura ya se está poniendo en marcha, los nombramientos no paran, algunos repiten, otros encuentran acomodo, procedentes de la Administración Local (el alcalde o alcaldesa que no ha salido elegido, la o el concejal con mayores aspiraciones, …) y la Dirección General de la Función Pública no tarda en plantear el paripé preceptivo de la “negociación” de la modificación de la RPT.

La maltrecha y maltratada RPT sufre la extirpación de la figura de las Direcciones Provinciales, como puestos funcionariales para ser sustituida por la Delegación Provincial, sin requisito alguno para su provisión y quedando en manos de la discrecionalidad total del Consejero o Consejera. Todos los sindicatos planteamos nuestro rechazo a esta modificación que, como siempre, no sirvió para nada. La modificación ya ha sido publicada en el DOCM.

En esta misma mesa de negociación la Administración trae el borrador de decreto de provisión, que estaba pendiente de sacarlo desde hace más de dos años, donde hubo un grupo de trabajo formado por todos los sindicatos y la Administración que trabajó durante más de un año y en donde se quedó reenganchado un funcionario de carrera que controlaba como nadie los Concursos para este fin (el gran Pepe Juan), pues bien, nos presentan en esta Mesa un nuevo borrador, cambiando cosas que ya se vieron en ese grupo de trabajo, sin concretar nada de los Concursos permanentes (¿qué categorías?, ¿cada cuánto tiempo serán?, nada…), un decreto que no entraría en vigor en el próximo concurso y que no entendíamos el por qué lo añadían como punto del Orden del día, hasta que nos dijeron que lo retiraban y que empezaríamos a negociarlo a partir de octubre (vamos, que tenían que poner algo en el Orden del día aparte de la creación de los Delegados/as Provinciales). Este es el modelo, carente de una planificación y unos objetivos en materia de Función Pública, esta dirección general se instrumentaliza al servicio de las Consejerías que hacen y deshacen en materia de personal a su capricho.

Los sindicatos, a la altura de las circunstancias, mostramos rigor y unidad al plantear los siguientes temas que la D.G. de la Función Pública no había considerado oportuno tratar:

Concurso General de méritos y Concursos Específicos. Nos dicen que una vez que se modifique la RPT para adaptarla a la nueva estructura se publicarán todos los concursos. Paciencia, nos dicen.

Continuidad de los puestos de trabajo de los programas temporales de Empleo y Bienestar Social. Antes del 30 de septiembre nos traerán la propuesta. Más paciencia.

Modificación de los criterios de incorporación a las bolsas de interinos e interinas. El Consejo Consultivo nos dice que la persona cesada puede reincorporarse en su puesto y no al final de la bolsa, pero las que no procediesen de esa bolsa quedarían fuera. Repartiendo miseria.

Coincidencia en día y hora en las oposiciones para cuerpos o escalas con idéntica titulación (sanitarios, psicólogos, etc.). La Administración se desentiende y quedarán bastantes opositores con sus derechos de examen abonados sin poder participar en las pruebas. Por simplificar las tareas de los tribunales ¿se puede perjudicar así a los y las aspirantes? Si se puede, dice la D.G. de la Función Pública, y lo hace.

Este es el modelo, una negociación al servicio de los intereses de los Altos Cargos y en la que nunca entran los asuntos que realmente afectan a empleados y empleadas, como la recuperación del programa de Acción Social o del complemento a la IT en cualquier circunstancia, la revisión global de la RPT, los conflictos en diversos colectivos (Bibliotecas, Agentes Medioambientales, Escuelas Infantiles, Auxiliares N15, etc.) la cobertura de vacantes, los fondos adicionales, etc.

Lo dicho, unos comen marisco otros comemos paciencia. ¿Hasta cuándo?