Solo mencionar el cargo, Secretaria General de Hacienda, produce escalofríos. Pensar que todas las semanas comparte Consejo de Dirección con mortífagos, para la Función Pública, como Ruiz Molina (VoldeLord), Perlines o Narváez, provoca sudores fríos. Saber, de su propia boca, que es una apasionada de las mesas de contratación, quita el sueño y las ganas de bailar. Comprobar que la mejor propuesta en la Mesa Sectorial del 7 de septiembre es la suya, nos saca una sonrisa como la del gato de Alicia en el país de las maravillas, al mostrar que si la Secretaria General de Hacienda, con ese panorama, puede elegir tomar el camino correcto, todas las Secretarías pueden elegir tomarlo: solo hay que saber dónde se va, y/o dónde no se quiere acabar.

Una Mesa Sectorial que, por otro lado, fue un nuevo paripé sin fuste ni muste, donde se habló mucho, pero no se negoció nada, y cuyo resultado, tras cinco horas de reunión, es que la misma propuesta que entró es la que se va a publicar en el DOCM. Y en la que, nuevamente, se demostró la incompetencia del Director General de la Función Pública para abordar temas como el teletrabajo o la conciliación.

La Secretaria purgada

Pese a ser una funcionaria de carrera de la Junta, con una dilatada experiencia en puestos de gestión, ocupando diversas jefaturas de servicio desde los años noventa, MacaHelena Bonham Carter no es una Secretaria General al uso, al llegar al cargo en la segunda legislatura de Page, después de haber sufrido una purga política en la primera. El motivo, más que evidente, haber ocupado el puesto de Coordinadora del Área de Contratación del Sector Público (N30) durante la legislatura del PP.

Una purga política que en la Consejería de Hacienda y AAPP se convirtió en una cesantía de manual, con las listas negras y caza de brujas correspondientes. Una purga que supuso un cambio de cromos que costó una pasta; a cada cese, una nueva plaza para la persona cesada. No significó una mejora en la eficacia y la eficiencia administrativa, solo hay que observar la deriva de la DG de la Función Pública, y el rastro de cadáveres que va dejando Narváez. Y que provocó una pérdida de perfiles profesionales de calidad, con el oficio y la experiencia necesarios, en puestos clave de la administración. Justo lo que tan amargamente se denunció cuando Cospedal hizo su purga/cesantía correspondiente, con actuaciones igualmente aberrantes.

El disparate administrativo de la politización de la Función Pública encuentra aquí un ejemplo muy ilustrativo: una funcionaria, cesada de un puesto de libre designación por motivos políticos, es repescada por el mismo Consejero que la purgó como Secretaria General por motivos profesionales, desde donde presenta una propuesta que fortalece la gestión directa de los servicios públicos de su competencia, lo más progresista que pasó por la Mesa ese día.

El verso suelto

La propuesta de la Secretaría General de Hacienda no es gran cosa si se mide por el número de plazas, pero sí cuenta con los ingredientes básicos para poder calificarla de pequeña delicia administrativa: cumple su palabra y suprime puestos de dirección que no son eficaces (la DG de Patrimonio y Contratación), recupera servicios externalizados para gestionarlos desde lo público (en la Intervención), y crea diversos puestos de concurso para reforzar la estructura de los servicios (uno de técnico/a superior jurídico, dos jefaturas de sección, uno de inspector/a de juego, uno de técnico/a superior económico, y una jefatura de negociado a amortizar). Hay quien podrá decir que no es para tanto y que nos conformamos con poco. Puede ser, pero en un desierto no es delirio que un oasis sea visto como un Resort.

Todo esto, presentado con una argumentación clara y una información completa, que muestra respeto hacia el lector que lo va a analizar, en este caso la parte social y el personal funcionario de la Junta. Una propuesta que, pese a tener el voto en contra del injustificado aumento de nivel en la Comisión Superior de Hacienda, contó con el aplauso general de los sindicatos, convirtiendo a Macarena Sáiz en la gran triunfadora de la jornada. Enhorabuena a todo el equipo, buen trabajo. A ver lo que dura, que nos conocemos.

Desidia y deshonra en Presidencia

La propuesta de Presidencia está, por desgracia, en las antípodas: un documento pobre de contenidos, que destila desidia en la presentación, y que no fue defendida por el Secretario General. Dejemos las cosas claras, nos parece una tomadura de pelo, una falta de respeto y una deshonra para la institución a la que representan, que una modificación de RPT se base, literalmente, en los siguientes argumentos: “una vez realizados los estudios oportunos (que no aportan) y el análisis estructural de la organización (que no explican), se considera necesario bla bla bla N28, bla bla bla N26…” O se ventilen en dos párrafos la creación de una plaza de personal eventual, asesor/a en Bruselas, N28, con un específico de 26.758,32 euros: “respecto a las competencias de la Vicepresidencia en la UE” (Toledo está en Flandes), “se considera que el personal es manifiestamente insuficiente” (En Flandes hay que poner picas) “para incrementar nuestra participación en los programas europeos” (Europa necesita más asesores). La próxima vez que se dejen de tonterías y expresen abiertamente lo que se puede leer entre líneas: “lo hacemos porque nos sale de los sobacos, y punto pelota, que para eso somos de Presidencia. Capisci?”.

Las Unidades de Género

La Consejería de Agricultura no llevaba gran cosa, una modificación de parcheo, pero eso no fue impedimento para que la Secretaria General estuviera conectada toda la mañana a la reunión, generando la oportunidad de intervenir, aportar y adquirir compromisos en temas importantes como las Unidades de Género, que en su ausencia no hubieran sido posibles. Gracias por venir y por mostrar interés, JuanaLand.

La implantación de las Unidades de Género es uno de los proyectos más ilusionantes que ahora mismo hay en marcha en la Junta y que, sin embargo, está siendo gestionado de una forma cortoplacista y desmotivadora, que solo se está aplicando en los SSCC, y que tiene riesgo de morir antes de echar a andar. Para poner en contexto, lo primero que hay que decir es que se está desarrollando la Ley 12/2010 de igualdad entre Mujeres y Hombres de C-LM, aprobada hace diez años, a través del Decreto 38/2019, que define las Unidades de Género como “unidades administrativas encargadas en cada consejería de facilitar la implantación de la transversalidad de género, haciéndola extensible a todas las unidades administrativas”, con el fin de “impulsar, coordinar e implementar la perspectiva de género en la planificación, gestión y evaluación en sus respectivas políticas, programas y medidas”.

Veamos ahora la dependencia orgánica y funcional. El artículo 3 del Decreto no deja lugar a dudas: “teniendo en cuenta la transversalidad de las funciones, deberán integrarse en una unidad administrativa adscrita a la Secretaría General”. Y aquí es donde empiezan los problemas, porque alguien nos debería explicar de dónde va a sacar tiempo, por ejemplo, el Coordinador de Asuntos Jurídicos y Contratación de Agricultura, para desarrollar todas las funciones que se exponen en el artículo 2 del Decreto, que abarcan materias como la investigación y desarrollo, la formación y capacitación, el asesoramiento y acompañamiento, la difusión y comunicación, y el impulso evaluación y seguimiento…

Para tapar el agujero, la Junta recurrió a una subvención del Estado (Page no pone un Euro), y optó por la opción fácil, privatizando el servicio a través la entidad TRABE, que realizó un proceso selectivo a la privada, pero que dio como resultado un equipo de compañeras que han demostrado dos cosas importantes: dominio de la materia y capacidad dinamizadora. En principio, venían a formar a las responsables de las unidades, pero ante la evidente saturación de las responsables nombradas oficialmente en la RPT, poco a poco fueron asumiendo funciones más ejecutivas y de desarrollo, llevando el peso de las iniciativas que se estaban poniendo en marcha, algunas muy interesantes. Justo cuando se estaba empezando a caminar, llegó la pandemia y entraron en un ERTE, por el cual su contrato no acaba en diciembre, sino que se prorroga hasta febrero, quedando en el aire la continuidad de sus puestos de trabajo y de las propias Unidades de Género.

En este punto es donde se lo dejamos a la Secretaria General de Agricultura, para que nos dijera cuál es el plan para las Unidades de Género, aparte del paripé de poner apellidos a las unidades administrativas. Juana Velasco cogió el guante, compartió la importancia y la necesidad de permanencia de las Unidades de Género, y se comprometió a tratarlo próximamente en el Consejillo de gobierno, lanzando al aire la posibilidad de prorrogar el contrato un año más. Una patada hacia adelante, que es mejor que nada, pero que no aporta una solución integral y estructural. Porque al final, no nos engañemos, para que en esta administración funcione algo, quien lo pone en marcha tiene que contar con el rango y la autonomía suficientes.

No podemos tener a las compañeras de la externa un año más persiguiendo a las responsables “oficiales” de la Unidad, ya de por sí saturadas con sus tareas cotidiana, en plan “a ver si tuvieras un ratillo para ver eso”, “cuando tengas un hueco te explico una cosita”, o “si no te importa, y no es molestia, me gustaría contarte tal y cual”. De esta manera, la solución pasa inevitablemente por la creación de estas plazas en la RPT, con unos requisitos específicos que habría que negociar, pero que salen casi solos al leer el Decreto, y sacarlas en la Oferta Pública de Empleo siguiente.

Hacemos un llamamiento a todas las Unidades de Género ya constituidas, y a todas las personas feministas de la Junta, para conseguir este objetivo. No estamos pidiendo la luna, si después de todos los puestazos a medida que han pasado por la mesa, incluyendo el aparataje de la propia Consejería de Igualdad, de nueva creación, el gobierno regional no es capaz de crear una decena de plazas de personal funcionario para las Unidades de Género, quedará demostrado, una vez más, que el feminismo de Page es un burdo y obsceno paripé. Así de claro, así de triste.

Una de los suyos

El papelón de Elena Martín como Comisaria Política en Sanidad está siendo para enmarcar. Un buen ejemplo es la propuesta que presentó a la Mesa y que tuvo que retirar a los pocos días. Como se rectificó a tiempo, no vamos a entrar a valorarla. Simplemente, agradecemos a quien se le encendió la lucecita para no tener que hacerlo.

Aprovechando el punto en el Orden del día, y ante la nueva ausencia de su merced, varios sindicatos denunciaron que la Secretaria General no les coge el teléfono desde hace meses, algo que llegaron a cuantificar en 30/40 llamadas sin respuesta. En STAS-CLM ni nos molestamos, ya se encarga ella de llamarnos a nuestro puesto de trabajo, desde su propia Secretaría, para vocearnos y amenazarnos veladamente cada vez que le contraría lo que se pone en el tablón sindical. Un día de estos, contaremos “La historia de un tablón protestón en la Corte de Page”. Que nadie se extrañe que los diputados de Vox que fueron reprobados por el Parlamento andaluz por atacar el tablón sindical en el parlamento de Andalucía, se sientan tan identificados, que decidan emitir un comunicado de apoyo mostrando su admiración hacia el gobierno de C-LM, por atreverse a hacer lo que ellos no llegaron ni a imaginar.

Cucurrucucú Paloma (Heredero)

La Secretaria General de Fomento es otra a la que no le da la gana venir a las mesas, y si algo nos demuestra la experiencia, es que si ella no asiste a la reunión, nada interesante va a pasar en Fomento: Paloma Heredero no es de las que se pierde una buena juerga administrativa. Y cuando no pasa nada interesante en lo público suele ser porque lo está pasando en lo privado, y claro, luego que si encomienda de gestión por aquí, que si privatización de manual por allá. Entendemos que pastorear a los cachorros de Page tiene que ser agotador, y que sus intereses giran más en asentarse en el cargo que en reforzar los servicios públicos, pero alguien tiene que recordarles que vienen de las Juventudes Socialistas, no de las Nuevas Generaciones, y que eso se tiene que notar en las mesas.

Que no ocurrieran cosas importantes, no significa que no se vivieran momentos estelares. Como ya hemos dicho antes, la propuesta no era gran cosa, y estaba para votarla a favor si nos convencían, o para abstenernos si no lo hacían. La reunión ya venía reverberada por la plaza del último cadáver de Narváez, en la que se nos ocultó información de forma ridícula y obscena. La propuesta de Fomento también tenía la plaza de un cadáver político-administrativo, y también le faltaba información que se debe facilitar en la mesa, cosas tan básicas como el puesto de donde fue cesado o el que ocupa en la actualidad. En el momento de la votación optamos por abstenernos, la jefa de personal podría haber pasado del tema, suficientes refriegas llevábamos ya, pero decidió tomar la palabra e interpelarnos directamente. “¿Por qué no votáis a favor?”, preguntó. “Porque falta información”, respondimos. “¿Cuál?”, insistió. “De qué plaza fue cesado”. Y sin pedir permiso, ni cortarse un pelo, sentenció: “Coordinador provincial en Fomento”. Lo pensamos dos segundos, sonreímos como el gato de Alicia, y votamos a favor de la propuesta y de la valentía de la jefa de personal.

La deriva de Bienestar Social

Si hay una jefa de personal que se ha ganado el respeto por saber canchear en las mesas es la de Bienestar Social. Su enorme experiencia, su portentosa memoria, y su gran capacidad de trabajo, hacen que domine el origen y evolución de cualquier plaza de la Consejería desde los años ochenta, lo que provoca que el debate suba de intensidad cada vez que interviene. Decimos esto, porque a pesar de tan poderosos atributos y de realizar una correosa defensa de la propuesta, nuestra entrañable compañera se volvió con un rosco para la Planta III de la Torre I de la Consejería, donde optó por la vía cómoda de no conectarse.

La propuesta tenía tres bloques, uno para adaptar la RPT a la realidad de después de la creación de una estructura política mastodóntica; otra era para introducir titulaciones específicas en los puestos de ETAR, sin haberlo hablado con los profesionales y sin solucionar el problema estructural que se lleva arrastrando desde la funcionarización en 2003; y la tercera el desdoblamiento de la jefatura de servicio de régimen jurídico, y aquí es donde se forma la mayor controversia.

El argumento fundamental, según la propuesta, para el desdoblamiento del servicio jurídico es el siguiente: “Debido a la importante concentración de competencias que asume la Consejería con la nueva estructura orgánica”, algo que es más que cuestionable, puesto que, si bien es cierto que la Consejería ha sufrido un aumento desproporcionado de cargos directivos, con dos Viceconsejerías y una DG nuevas, las competencias son exactamente las mismas.

Nadie niega que el servicio esté saturado, ni la capacidad y profesionalidad de la jefa, y tampoco se cuestiona que se necesiten refuerzos, pero la clásica fórmula de crear un nivel 28, sin crear un solo puesto más, no nos parece ni medio normal.  Nos hemos tomado la molestia en contar los puestos de personal funcionario que hay en la Secretaría General, y de 68 plazas solo 6 son puestos bases. Dentro de poco no quedará ninguno, y, como la cosa siga así, dentro no mucho no quedará ninguno de concurso. “¿Cuál es el camino correcto?” Preguntó Naticia. “¿A dónde vamos?”, respondió el gato.

Narváez lo vuelve a hacer

El peso del Director General de la Función Pública en la Mesa puede resumirse con un hecho: su intervención más destacable, al margen de seguir el conteo de las votaciones, fue pasadas las cuatro de la tarde en el turno de preguntas y sugerencias, para facilitar información sobre la fecha de publicación del concurso general y de la oferta de destinos de las ofertas de empleo: un trámite. Eso sí, con el compromiso de hacer un esfuerzo para no cesar personal interino. Tomamos nota, y desde STAS-CLM estaremos vigilantes para que así sea, porque nos fiamos lo justo. Todavía no se nos ha olvidado la que nos intentaron liar en 2018, y la que tuvimos que montar para evitarlo.

Pero el tema estrella de la jornada, y por el que estuvimos esperando casi cinco horas, no era otro que el del teletrabajo y la conciliación en la pandemia, algo que llevaba preparado todo el mundo, menos el Director General que balbuceando, como si le pillara la pregunta por sorpresa, no fue capaz de decir nada con un mínimo de sentido: “lo estamos mirando, pero no tenemos nada decidido”, “estamos esperando a ver qué dicen desde el Ministerio”, “no queremos adelantarnos, y que luego tengamos que retractarnos”, y la mejor, “si os enteráis de algo a través de vuestros sindicatos en el Ministerio me llamáis y me lo contáis”. Entre tanto, ayer mismo, el gobierno de Andalucía le pasaba por la izquierda a Page, firmando un acuerdo con los sindicatos por el que el personal público podrá teletrabajar el 100% de la jornada en caso del cierre total o parcial de centros escolares o asistenciales o con un positivo en casa.

Como diría Rajoy: ¡Viva el vino!

 

Gobierne quien gobierne.