RESISTIR HOY ES AVANZAR MAÑANA


En los últimos meses la clase trabajadora está sufriendo una oleada de agresiones tendentes a eliminar derechos adquiridos que supera con mucho lo conocido en los últimos años. Se trata de un ataque contra nuestros intereses, perfectamente orquestado, constante, estratégicamente diseñado, de manera que se cercenen derechos legitimados por casi doscientos años de lucha obrera, y que tanto dolor y sufrimiento costó conseguir. Dicen que los ataques provienen de los mercados, que es como ahora le llaman a la rapiña y la especulación que está en la base del sistema capitalista.


Esta estrategia se complementa cuestionando el papel del movimiento sindical: el último escollo organizado que se opone a sus pretensiones. No esperamos un panorama mejor a corto plazo: los ataques van a seguir. Pero esa certeza no debe atemorizarnos ni detenernos. Las trabajadoras y los trabajadores hemos de tomar conciencia de que sólo desde la unidad y la organización es posible resistir. Pero hablar de unidad no es pretender que los demás asuman nuestras posiciones; hablar de unidad es ceder cada cual de manera que sea posible articular un movimiento de amplia base, alegre y combativo, plural e intransigente con quienes nos han metido en este agujero.

Resistir es defender nuestros derechos y defender el sindicalismo como un instrumento útil que tanto temor despierta en las organizaciones del Capital. Reclamamos el sindicalismo que cuenta con los trabajadores y trabajadoras y no se deja seducir por las políticas neoliberales que quieren hacer creer que no hay otra salida que la que ellos proponen. Un sindicalismo bien respaldado, bien nutrido de personas comprometidas con la lucha, que demuestre que las posibilidades de nuestro éxito se multiplican. Y que demuestre además que no todos los sindicatos son iguales.


Frente al viejo capitalismo salvaje y al nuevo neoliberalismo, frente a la antipolítica y el antisindicalismo, empeñados todos ellos en desmantelar y desestructurar los servicios públicos para exprimir aún más a los sectores menos favorecidos de la sociedad, hemos de oponer la defensa del ejercicio de la política y del sindicalismo comprometido, de clase, honrado, solidario, democrático y asambleario. Esos son nuestros valores.


La Confederación Intersindical llama a la clase trabajadora a la unidad sobre estos principios. Y el próximo 1 de mayo salir a la calle a defenderlos.


¡Que todos los días sean Primero de Mayo!
Resistir hoy es avanzar. Y poder vencer mañana