El día 28 de abril se celebra el día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. El término “celebrar” no es el más adecuado tras las devastadoras cifras de personas fallecidas a consecuencia del COVID-19. Hay quien cita cifras y curvas como quien habla del tiempo pero cuando a las mismas les ponemos nombre y cara, la cosa cambia; y lamentablemente hemos puesto caras de compañeras y compañeros de trabajo a estos números.
Desde STAS-CLM insistimos numerosas veces a las y los responsables del gobierno de nuestra región que se elaborase un Plan General de Prevención para las empleadas y empleados al servicio de la Administración de la JCCM, que se cubriesen bajas y vacantes, que se facilitasen EPIS, que se implantasen medidas de conciliación como el teletrabajo, etc. y todo esto quedaba como papel mojado en los distintos Comités de Seguridad y Salud, Juntas de Personal y Mesas de Negociación de Personal Laboral.
Y nunca pasa nada, hasta que pasa, y vaya si ha pasado. El ejemplo más claro lo hemos tenido en nuestras residencias de mayores públicas. Centros abocados a la privatización, con plantillas mermadas, donde el 45 % de las trabajadoras y trabajadores tiene de 50 a 60 años y donde la manera de gestionar los recursos para oponer resistencia a este virus ha sido (y perdonen la expresión) un“puto desastre”.
Las distintas delegadas y delegados de prevención hemos visto como nuestro trabajo ha sido ninguneado. La Administración ni siquiera se ha molestado en convocarnos a un Comité Regional de S.S. extraordinario para intentar entre todas las partes remar en la misma dirección. Nos han visto como el enemigo y mientras se han dedicado a posar cual instagramers de postín anunciando respiradores como modelos de la “Galería del Coleccionista”.
Si esta situación se ha podido controlar de alguna manera ha sido gracias a las trabajadoras y trabajadores de los centros que han hecho todo lo humanamente posible que ha estado en su mano. Personas que han doblado turno, que han renunciado a sus días de descanso, que se han privado de ver a sus familias, que se han convertido en “Carolinas Herrera” diseñando y cosiendo batas y mascarillas para poner un mínimo escudo entre su vida y la muerte, escudo que debía haber facilitado el gobierno y que desgraciadamente ha llegado muy tarde y no el que se necesitaba.
Por eso seguimos ofreciendo nuestra ayuda, nuestro trabajo y como parte de él desde STAS-CLM volvemos a solicitar al Consejero de Sanidad de la JCCM que realice de manera urgente la prueba PCR preferentemente y, subsidiariamente, el test rápido, a todo el personal que trabaja en los centros asistenciales de nuestra región.
Para terminar les queremos recordar un párrafo de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de prevención de Riesgos Laborales, por si se les ha olvidado…
“Los trabajadores/as tienen derecho a una protección eficaz en materia de seguridad y salud en el trabajo.
El citado derecho supone la existencia de un correlativo deber del empresario/a de protección de los trabajadores/as frente a los riesgos laborales.
Este deber de protección constituye, igualmente, un deber de las Administraciones públicas respecto del personal a su servicio.
Los derechos de información, consulta y participación, formación en materia preventiva, paralización de la actividad en caso de riesgo grave e inminente y vigilancia de su estado de salud, en los términos previstos en la presente Ley, forman parte del derecho de los trabajadores/as a una protección eficaz en materia de seguridad y salud en el trabajo.
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