El machismo se ha cobrado la vida de 870 mujeres desde 1.999 en el Estado Español, 44 en este año. Feminicidios a los que la sociedad parece haberse acostumbrado y que son invisibilizados por los medios de comunicación, que en el mejor de los casos dedican tan sólo unos minutos a la noticia, y demasiado a menudo pretenden justificar al agresor, como hemos podido comprobar con el asesino de El Salobral, enmascarando el hecho como “crimen pasional” al estilo de épocas pasadas que creíamos superadas.

Todas estas mujeres asesinadas parece que no son suficientes para hacernos reaccionar y exigir a los gobiernos políticas reales y efectivas que acaben con estos asesinatos, denunciar las mentiras de la Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que promete una red de casas de acogida, cuando ha sido su propio partido el que las ha ido cerrando en las diferentes autonomías como la nuestra, con el silencio y connivencia del Instituto de la Mujer regional.

Estamos viviendo momentos duros, de grandes retrocesos sociales que merecen el rechazo social y nos invitan al activismo en las calles, en las redes sociales. Nos manifestamos y mostramos nuestra indignación contra los recortes sociales y laborales, las políticas de apoyo a la banca y el castigo a quien menos tiene. Nos indignamos ante la corrupción de los gobiernos y el desmantelamiento de las economías domésticas. Pero la violencia contra las mujeres sigue siendo un tema ninguneado e invisibilizado, aún a sabiendas de que las mujeres somos víctimas directas de estas políticas. La sociedad parece anestesiada ante cada nueva agresión, cada nueva víctima.

Oímos las noticias y no nos indigna que un maltratador acabe a golpes, cuchilladas o tiros con la vida de una mujer sólo porque no ha podido someterla a su yugo. No es de extrañar en un país donde la violencia machista se ejerce desde las mismas instituciones, cuyos representantes, con sus declaraciones, hacen apología de ésta y son permisivos con la trata de mujeres y niñas. No olvidemos que hoy se recorta en igualdad, se tiene la desfachatez de decir hay un compromiso en la lucha contra la violencia de género mientras se rebaja un millón de euros en los presupuestos para la asistencia a las víctimas.

Para la Organización de Mujeres de la Confederación Intersidical y el Área de Mujer de Intersindical Castilla la Mancha, es impensable un Estado democrático si no se erradican las violencias y discriminaciones de que somos objeto las mujeres. Por ello, exigimos de los gobiernos central y autonómicos, un verdadero compromiso político para promover la prevención de la violencia desde la educación, la adopción de medidas efectivas, reales y con la correspondiente dotación presupuestaria para combatir la violencia contra las mujeres en todas sus formas y manifestaciones, la asistencia y reparación que se merecen todas y cada una de las víctimas y las personas de su entorno afectivo.

Queremos construir un nuevo orden social donde las mujeres tengamos las mismas oportunidades y derechos que los hombres y exigimos nuestro derecho a una vida libre de violencias basada en el respeto a la diversidad. La violencia contra las mujeres compete a toda la sociedad, no sólo a la mitad de ella. En todo nuestro activismo, en toda manifestación, en toda agenda política el objetivo prioritario ha de ser la lucha para erradicarla. No consentiremos que se siga invisibilizando que el machismo mata y la única forma de pararlo es invertir en igualdad.