SUBVENCIONES Y PAZ SOCIAL EN CASTILLA – LA MANCHA


Hace unos días nos sorprendía la noticia de que el gobierno de Cospedal tiene previsto rescatar las subvenciones a los sindicatos (La Tribuna de Toledo, 7-octubre). La memoria de actividades de la Consejería de Presidencia y Administraciones Públicas para el próximo año 2014 prevé recuperar la partida destinada a sufragar los gastos que ocasiona a las organizaciones sindicales la participación en las mesas de negociación de las condiciones de trabajo de los empleados públicos”.

Es necesario recordar que uno de los primeros recortes que implantó Cospedal para hacer frente al déficit público nada más llegar a la Junta en 2011, fue precisamente la supresión de medio millar de liberados y la eliminación de las subvenciones. En STAS ya veníamos denunciando, desde 2005, que el pacto de interlocución estaba sobredimensionado, razón por la cual no sólo nos negamos a suscribir el Acuerdo Administración – Sindicatos correspondiente al período 2005-07, sino que lo denunciamos ante el Tribunal Superior de C-LM, al igual que el del período 2008-11 y el Pacto de Salud Laboral que vetaba nuestra presencia en los Comités de Salud Laboral, a fin de repartirse los liberados entre los sindicatos mayoritarios y que fue anulado por dicho Tribunal. Por tanto, estamos de acuerdo en racionalizar estos gastos, siempre que se garantice el derecho a la negociación y la libertad sindical de los trabajadores y trabajadoras de Castilla-La Mancha.

¿Qué significa, pues, una noticia como ésta que, por otra parte, no ha merecido demasiada atención mediática? Pues todo hace indicar que Cospedal quiere asegurarse, de cara a las elecciones autonómicas de 2015, una cierta paz social con las organizaciones sindicales afines (los más beneficiados serían Csif y Fses), a fin de continuar al frente de la Junta. Una paz social que ya está implementada, en C-LM y en todo el Estado, puesto que hemos pasado de un 2012 con numerosas manifestaciones y dos huelgas generales a un 2013 en el que la manifestación más numerosa tuvo lugar en febrero y desde entonces, salvo luchas sectoriales muy dignas, todo transcurre plácidamente, a pesar que el gobierno del PP no retrocede en las medidas de ajuste sino que aprieta cada vez más las tuercas a la clase trabajadora.

En esta misma dinámica de desmovilización y no confrontación con el gobierno del PP, hay que inscribir la firma del VII Convenio Colectivo de Personal Laboral por parte de CCOO, UGT y CSIF, que va a facilitar el paulatino desmantelamiento de los servicios públicos que este colectivo viene prestando y la pérdida constante de puestos de trabajo que pasan a ser privatizados: Residencias Universitarias, brigadas de Fomento, laboratorios de Agricultura, etc.

Resulta paradójico -y discriminatorio para todos los ciudadanos que estamos sufriendo las nefastas consecuencias de los recortes- que la vuelta a las subvenciones sindicales sea la única medida de ajuste que Cospedal echa para atrás, manteniendo todas las demás que ha ido sumando a lo largo de los últimos dos años. A STAS, a quien probablemente nos corresponda una parte de esta partida por el número de representación, nos hubiera gustado que esos más de 400.000 € se hubieran destinado, por ejemplo, a recuperar el complemento por IT o la pérdida del 3% de nuestro salario y haremos todo lo que esté en nuestra manos para que se materialice en la tramitación parlamentaria.

Si con esta subvención el Gobierno de Cospedal pretende acallar voces críticas contra su política de recortes para tener un plácido final de legislatura, con nosotros que no cuenten.


STAS-CLM