COMISIÓN NEGOCIADORA VIII CONVENIO

Golpe a la democracia sindical

Así y no de otra forma cabe definir lo sucedido este viernes 6 en la Escuela de Administración Regional, donde ha tenido lugar la reunión de la Comisión Negociadora del VIII Convenio Colectivo de Personal Laboral, presidida, es un decir, por el Director Gral. de la Función Pública, Pepe Narváez.

En el orden del día figuraban sólo dos puntos:

Punto 1º. Aprobación si procede, del acta de la reunión de la Comisión Negociadora del VIII Convenio Colectivo de fecha 26 de septiembre de 2017.

Punto 2º. Posicionamiento final de las partes.

Aprobado el primer punto con debate a propósito de una enmienda de CSI-F al acta sobre si en la anterior reunión se había pedido también posicionamiento sobre el Convenio o no. Más tarde entenderíamos el empeño de la Junta y de CCOO en recalcar que no se pidió posicionamiento a pesar de que figuraba también en el orden del día anterior.

Llegados al 2º punto y, tras aceptar la Administración dos de las mejoras de la propuesta conjunta que habíamos presentado, en concreto sobre el artª 12 y el 41.6, Narváez anuncia un receso, después de que CCOO comentase algo sobre el ámbito temporal del Convenio y después de que STAS sugiriese un cambio en la redacción de dicho artº. 41.6. Bien, una vez concluido el receso que se prolonga como media hora, el DG nos anuncia que hay que posicionarse y en aras de alcanzar un consenso, podían aceptar que la vigencia del Convenio fuese a partir de1 16, alegando que tenía que explicar a los jefes de servicio los cambios introducidos con respecto al Convenio en vigor. CC.OO. no acepta esa fecha y propone el día 10. Quedaba claro quien tenía más prisa para hacer efectivo las disposiciones del VIII Convenio. Cuando la negociación ha durado casi dos años, se nos impone firmar o no en este mismo momento un Convenio que acaba de ser modificado en esta misma reunión.

Tanto STAS como CSI-F hemos manifestado, por activa y por pasiva, la necesidad de un plazo de tiempo prudencial (STAS ha propuesto hasta el miércoles 11) para consultar a nuestros respectivos órganos. En nuestro caso, y valorando positivamente las mejoras introducidas en esta sesión, se trata de un mandato de nuestros propios Estatutos que de forma preceptiva hemos de consultar la decisión de si se firma o no se firma el Convenio Colectivo a nuestr@s afiliad@s, cosa que siempre se nos ha respetado tanto en la negociación del VI como del VII, siendo así que uno le firmamos y el otro no.

CSI-F pide un nuevo receso de 10 minutos y es en este momento cuando nos enteramos que la pretensión de la Junta y de CCOO es dejarnos fuera del acuerdo, haciendo efectivo el Convenio con la firma de CCOO y UGT. Un auténtico chantaje, una provocación, una falta de respeto a nuestras normas internas y una maniobra torpe que pone en evidencia la sumisión de la Junta a los postulados de CCOO, como bien se ha demostrado a lo largo de toda la negociación, aunque vaya en su propio detrimento. ¿Prefiere el gobierno de Page firmar un Convenio con 2 únicos sindicatos cuando puede hacerlo con los 4 tan solo con esperar cinco días? Y ésto, teniendo en cuenta que el Convenio de la Cospe lo firmaron tres sindicatos. ¿Tiene algún sentido que la Junta se preste a esta mamandurria?

Lo que hemos vivido este viernes es algo absolutamente inédito en las relaciones laborales con la Junta y supone un ataque directo a los derechos al personal laboral a una parte del cual representa STAS (y CSI-F) y constituye, sobre todo, un torpedo al derecho a la negociación de nuestra organización sindical, por lo que ya avisamos que presentaremos una demanda por vulneración de los derechos fundamentales.

Es inconcebible que nos quieran forzar a la firma, vulnerando nuestros Estatutos, cuando ni siquiera figura en el orden del día. Éste habla de posicionamiento y STAS ha manifestado su posición de acuerdo con las mejoras introducidas en el nuevo Convenio, a falta de ratificar, eso sí, por nuestra afiliación, tal como establecen nuestro Estatutos. Ni esto les ha valido. En definitiva, se ha perpetrado un atentado a la libertad sindical que no quedará sin respuesta.