Las Unidades de Igualdad de Género hacen Historia

Un hito histórico es un acontecimiento muy importante que marca un punto de referencia histórica, como, por ejemplo, cuando en el año 1872 por primera vez una mujer, Elena Maseras, accede a la Universidad en España; o las huelgas de mujeres del sector textil de 1908 que dan lugar al día Internacional de la Mujer el 8 de marzo; o cuando en el año 1955 Rosa Parks, con un simple acto de dignidad, enciende el movimiento por los derechos civiles; o cuando en 1978 la Constitución Española reconoce la igualdad entre mujeres y hombres; o cuando en 2018 se convoca la primera Huelga General Feminista en España…

Pero la Historia, con mayúsculas, no solo se escribe con grandes momentos, el mundo también se cambia con “mucha gente pequeña, en sitios pequeños, haciendo cosas pequeñas”, y eso, precisamente, es lo que está ocurriendo con la campaña “Consejerías + Libres de Machismos cotidianos”, que se ha puesto en marcha por primera vez en la Historia de la Junta, y que puede marcar un punto de referencia histórica en la lucha por la igualdad y la eliminación de la violencia contra las mujeres en la Administración Pública.

La tumba del machismo

La campaña, enmarcada dentro del 25N, ha sido ideada, diseñada y puesta en marcha por las Unidades de Igualdad de Género de los Servicios Centrales de las Consejerías de Bienestar Social y Sanidad, bajo un planteamiento muy sencillo: la participación y la sensibilización como ejes fundamentales. Se mandó un correo electrónico a toda la plantilla y se puso un buzón en el hall del edificio con un mensaje muy sencillo: “¿NOS CUENTAS TU EXPERIENCIA? Comparte una experiencia que conozcas de machismo cotidiano en el espacio de trabajo y deposítalo en el buzón (de forma anónima)”.

Y la gente participó, vaya que sí lo hizo, contando historias que nadie le tiene que relatar porque las ha sufrido en sus propias carnes. El resultado es un fantástico documento; fresco, cercano, vivo, que saca a la luz situaciones que pasan todos los días delante de nuestras propias narices, muchas veces sin darnos ni cuenta y otras sin saber qué responder. El impacto de la campaña ha sido total, no ha habido tertulia en la que no se haya comentado; a mucha gente le parece genial, a otra no tanto, hay quien opina que se ha quedado corta y quien cree que se ha pasado de largo. Pero si algo ha quedado claro, retratado, es que los comportamientos que aparecen son machistas e inadmisibles. El éxito de la campaña se resume en una frase que se empieza a difundir como la pólvora cuando surge un comentario machista: “ten cuidado, o vas a acabar en la caja”. Queremos destacar el punto sarcástico del autor, que en vez mandarlo al “buzón”, lo manda a la “caja”, dándole un toque funerario a la frase que convierte a la Unidad de Igualdad de Género en la tumba del machismo.

De lo variopinto a lo profesional

Estas Unidades de Igualdad de Género, que solo se han implantado en los Servicios Centrales, están compuestas por una variopinta representación de todos los estratos de la administración: desde ilustres asesores del gabinete, a sindicalistas disidentes con el Nespagismo Ilustrado, pasando por -casi- todos los grupos funcionariales: auxiliares, técnicas/os y jefas/es de servicio. De esta manera, y dentro de un marco constructivo, se crea un ambiente plural y rico en matices, que permite afrontar los temas desde diversas perspectivas, pero que, a la vez, requiere una figura profesional que vertebre y sintetice con rigor esas ideas, que de otra manera se quedarían en el aire.

En este punto, queremos hacer varios reconocimientos. El primero, a las compañeras y compañeros de las Unidades, que le dan vida con constancia, entusiasmo, paciencia, tolerancia y respeto, siendo la base sobre la que se sustenta todo. El segundo, a las responsables “oficiales” de la Unidad, dos jefas que, pese al volumen de trabajo que manejan en dos servicios esenciales en ambas Consejerías, han estado trabajando en primera línea de la campaña, aportando un valor cualitativo fundamental para que haya podido salir adelante. El tercer reconocimiento es para las Secretarias Generales, han currado poco, pero lo han facilitado todo, el puntito sindical de permitir colgar los carteles por las paredes nos ha conmovido. El cuarto es para las compañeras de Trabe; en STAS-CLM estamos en contra de las externalizaciones, pero eso no nos va a impedir que destaquemos el gran trabajo que han realizado. Sin ellas no hubiera sido posible la campaña, así de simple. Han sido capaces de coordinar con éxito las Unidades, desde el rigor profesional que les otorga el dominio en la materia. Tiene mucho mérito que, en menos de un año y en plena pandemia, dos compañeras que no son de la Junta pasen a formar parte de su Historia. ¡Enhorabuena a todas!

La deriva

Tras los reconocimientos, la reflexión. El hito histórico no puede hacernos perder la perspectiva, esta campaña ha llegado solo a 400 funcionarias y funcionarios, además de la gente que haya participado en los actos que otras Unidades de Género han organizado en Consejerías como, por ejemplo, Educación, Empleo y Hacienda; un pequeño paso para las mujeres, en gran salto para la igualdad. Lo que tocaría tras el éxito, sería dar continuidad a esta campaña y a otras muchas, y extenderlas hasta el último centro de la Junta, implicando a toda la plantilla, ya sea personal funcionario, laboral, estatutario, docente o de empresas externas. Un largo y precioso camino lleno de retos y dificultades.

Pero para poder emprenderlo, lo primero que tenemos que hacer es mantener los equipos, no debilitarlos como pretende el gobierno. Si algo debemos agradecer a la Asociación Trabe es habernos mostrando el perfil profesional que necesitamos para que las Unidades de Igualdad de Género funcionen en nuestra querida administración; técnicas con formación específica y cualificada en materia de Igualdad, expertas en la materia. Como ya comentamos, el contrato de las compañeras finaliza en febrero, y en estos meses se dilucidará si las Unidades tendrán continuidad y progresión o si quedarán a la deriva.

Y los sindicatos, ¿qué tal?

Pues bastante bien, la verdad. En la reunión preparatoria de la mesa sectorial por la oferta de empleo, desde STAS-CLM propusimos sacar el tema en la reunión, CC.OO. aceptó y afinó la propuesta, que, tras varias aportaciones de UGT y de CSIF, fueron asumidas por todas, convirtiéndose en una propuesta unitaria, que fue formulada tal que así: “puesto que estas plazas no se pueden incluir en esta oferta, pedimos que se creen en la próxima mesa sectorial, después de realizar un estudio sobre el perfil profesional con el Instituto de la Mujer, con el compromiso de sacarlas en la Oferta de Empleo Público de 2021”.

La respuesta de nuestro ínclito DG de la Función Pública fue para enmarcar. En un primer momento nos manda al punto de “Preguntas y sugerencias”; va, venga, no lo llevaba preparado. Pero cuando llega el turno, más de tres horas después, finiquita el asunto con un escueto “no es tema de esta mesa, y no hemos recibido ninguna propuesta del Instituto de la Mujer”, fin de la cita. Sospechamos que al ‘bueno de Narváez’ el tema de la igualdad le interesa entre poco y nada.

¿Y la Consejera de Igualdad?

Pues pichí-pichá, tirando a mal. El pasado 21 de septiembre asistió a la Comisión Especial de Seguimiento y Evaluación de los acuerdos del informe del Senado sobre las Estrategias contra la Violencia de Género para demandar la institucionalización del Pacto de Estado contra la violencia de género. “Unas políticas que se desarrollan desde el Instituto de la Mujer como principal herramienta, pero también desde la transversalidad gracias a la creación de las Unidades de Igualdad de Género en todas las consejerías”. De esta petición, dijo, “dependen los fondos para mantener políticas cuya estabilidad a lo largo del tiempo dé resultados”.

Traducción: la Consejera de Igualdad y Portavoz de CLM, Blanca Fernández (¿Cs?), tiene que ir al Senado a pedir financiación, para mantener en el tiempo la externalización de todos los programas de su Consejería, a la Ministra de Igualdad, Irene Montero (¿ERC?), miembro del Gobierno de España que preside Pedro Sánchez (¿Bildu?), porque el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Ayuso (¡PP/Vox!) no quiere poner un solo euro del capítulo I para conseguir la igualdad de género.

Lo curioso es que para la creación de la estructura de la nueva Consejería de Igualdad no hubo ningún problema para la dotación de plazas. Un año después, analicemos quien ocupa esos puesticos:

¿Para esto una Consejería de Igualdad? Pues qué decepción.

Diez plazas de personal funcionario que dependan del Instituto de la Mujer, diez, una en cada Consejería y otra en los servicios centrales, Consejera, diez plazas para poder seguir haciendo Historia.

 

Gobierne quien gobierne.
STAS-CLM